Coatzacoalcos | 2023-12-22
Coatzacoalcos es cuna de numerosos mitos y leyendas de los que te hemos contado algunos en este mismo medio.
El caso que hoy encontramos en una página de Facebook llamada ´Dark Coatza´ la cual es famosa por su contenido paranormal de este municipio y el cual muchas veces es recopilado por relatos de porteños quienes han vivido experiencias escalofriantes.
Un usuario quien dijo ser policía, narró como en una ocasión derivado de una investigación en curso en el Panteón Jardín, diversos elementos tenían que quedarse a monitorear el lugar desde dentro, en la fosa común. Asimismo, comentó que un día, aproximadamente a las 18:00 horas que comenzaba a oscurecer, el vigilante del camposanto les entregó las llaves y les comentó a los uniformados que a partir de ese momento estaba cerrado para el público en general.
De la misma manera, el compañero del gendarme acompañó al vigilante hasta la salida para cerrar el portón, sin embargo, el narrador de la historia cuenta que cuando el quiso arrancar su motocicleta, esta no encendió y que tuvo que recorrer el camposanto a pie, cuando en una de las tumbas, vislumbró a un abuelito que caminaba ahí también, comentó que el hombre iba vestido con una guayabera, pantalón de vestir y un sombrero de mimbre y que, además, iba acompañado de un pequeño niño vestido de rojo.
El presunto policía explicó que sintió un repentino descenso de la temperatura en el lugar a la par que pensaba en dar aviso al vigilante para retirar a esas personas, pues podían quedarse encerrados en el recinto. Sin embargo, al ver que su motocicleta no encendía, la llevó empujando hasta la salida del cementerio, donde comentó a su compañero para que retirara al señor y al menor antes de cerrar con candado, pero su sorpresa fue grande al darse cuenta que jamás encontraron a nadie cerca a pesar de que recorrieron todo el panteón.
Luego de esto, el oficial le comentó a su pareja sobre lo que vio y éste se quedó incrédulo al escucharlo. Más tarde, alrededor de las 2:30 de la mañana, mientras comían algo, alimentaron a unos perritos que se acercaron a ellos, por lo que se quedaron acompañando a los policías.
No obstante, unos chiflidos acompañado de unas sombras a lo lejos cerca de ellos interrumpieron abruptamente la calma del lugar, lo que hizo que los caninos corrieran hacia la fuente de sonido, mientras los elementos del orden se acercaron a ver qué ocurría mientras desenfundaban sus armas.
Comenzaron a sentir temor al ver cómo los perros ahora huían del lugar donde se emitió el pitido. Pero fue aún mayor el susto cuando el policía que narra la historia, comentó que pisó el mismo sombrero de mimbre que le vio a aquel hombre más temprano ese mismo día, sin embargo este se encontraba muy deteriorado y lucía bastante antiguo.
Después de mostrarle su hallazgo, su compañero se quedó pálido mientras esperaban que los relevaran a las 3:30 de la madrugada. Y no es todo, pues relata cómo el otro oficial que estuvo con él enfermó después de aquella noche, pues estuvo con fiebre durante varios días, en los que asegura, soñó con el anciano tal y como se lo habían descrito...