Coatzacoalcos | 2022-11-01
Le daba mala vida, le pegaba a diario porque a diario tomaba, ella le busco todo tipo de ayuda, no se quiso ayudar; ella, ya lo perdonó pues se cobijo bajo la sombra de Dios..
Hoy no quiere recordar esos malos momentos, solamente ansia que la ayuden con el permiso para reparar la tumba de su esposo.
Doña Eugenia de 76 años recuerda que Florentino Hernández Fabián, quien fue su esposo, murió a los 57 años hace ya 28 años, dejando a su cuidado a tres hijas y tres hijos.
Ella acude regularmente al panteón a dejarle flores, ya sin sentimiento de culpa o rencor, con la tranquilidad de haber dado el perdón al difunto.
Trabajadora de base en el ayuntamiento y vendedora de Diario del Istmo y Órale en la López Mateos, colonia donde vive, no quiere ayuda monetaria solamente pide a la regidora encargada de panteones, Mayra Gutiérrez Cruz, le conceda el permiso para poder reparar, las tapas de la fosa y retirar la tierra que se encuentra sobre el féretro de su difunto.
Muy serena y solitaria, Imagen del Golfo la encontró orando, con unas flores de Cempasúchil en forma de cruz sobre la tumba, ahí dijo que pertenece a la capilla del Carmen, adonde acude regularmente y sirve a Dios, con trabajo y mucha fe.