Coatzacoalcos | 2024-12-11
Aunque la demencia senil es una enfermedad neurológica que se presenta a partir de los 65 años, no necesariamente afecta a todos los adultos mayores, sin embargo, el fomentar las relaciones sociales y cambiar los hábitos de vida reducen el riesgo de padecerla.
Lo anterior lo dio a conocer la especialista en Gerontología, Orquídea Tamayo Mortera, quien desde Nueva Zelanda llegó a Coatzacoalcos para brindar varias pláticas y talleres en el Centro de Día del Adulto Mayor adscrito al Sistema DIF Municipal que preside Esther Mortera Zetina.
"El hecho de que envejezcas no significa que te va a dar demencia, sin embargo, es más probable que te dé demencia conforme vayamos envejeciendo, ¿por qué? Porque conforme vamos envejeciendo nuestras relaciones significativas se terminan, por ejemplo, se muere la esposa o la pareja; se mueren los amigos; si tú eres una persona adulta mayor que vives sola en casa tal vez tus hijos no te visitan, o tal vez tus hijos emigraron, no tienes ese sentido de conexión o de pertenencia", detalló Tamayo Mortera.
De acuerdo con la Secretaría de Salud Federal (SSA), la demencia es la pérdida progresiva de la función cognitiva que afecta las actividades laborales, domésticas y sociales, por lo que en México la padecen aproximadamente un millón 300 mil personas.
Entre las causas más frecuentes de la demencia se encuentran la enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular o la asociada a la enfermedad de Parkinson, entre otras, por lo que el incremento en la esperanza de vida hace que cada vez sea más frecuente, ya que el riesgo aumenta con la edad y hasta el 30% de los mayores de 85 años puede padecerla.
De ahí que la identificación temprana o preclínica de la demencia sea importante, para informar al paciente e implementar medidas que retrasen o prevengan el deterioro cognitivo, o que la persona haga planes y cambios en su estilo de vida para una demencia futura.
Sin embargo, quienes la padecen por lo regular son adultos en soledad, lo que la especialista en gerontología señaló como un problema de salud mundial.
"Cuando uno experimenta soledad frecuentemente se vuelve crónica, no tienes la misma estimulación mental que tenías, existe un estudio de Harvard que duró 30 años en el que confirmaron qué es lo que le hacía falta a la gente después de que se retiraba (jubilación), perdía las relaciones sociales... toda esa estimulación que uno tiene poco a poco comienza a desaparecer, eso es peligroso, ahí es donde la persona tiene más probabilidades de que desarrolle algún tipo de demencia", explicó Orquídea Tamayo.
Si bien las distancias dificultan la presencialidad de las relaciones humanas, herramientas como los teléfonos inteligentes fomentan la cercanía, la escucha y validación de sentimientos, es decir, todo a través de una llamada o videollamada.
"No te tiene que tomar una hora. Pero que la persona sienta que estás pendiente", remarcó.
Tras preguntarle la manera de evitar o retrasar la demencia, la especialista originaria de Coatzacoalcos enfatizó que es necesario modificar el estilo de vida: La alimentación, incorporar activación física, realizar actividades que reten mentalmente a las personas, además de informarse.
"Hay cosas que no se pueden modificar como la genética... las recomendaciones que le doy a la gente es (modificar) el estilo de vida, y en el estilo de vida es lo que la gente come... las conexiones sociales son súper importantes... tener esa estimulación a diario es importante, los niveles de preparación, que no significa que vayas a hacer un posgrado, sino informarse o capacitarse en otras áreas", detalló.
A decir de la SSA, estas acciones evitan hasta un 35% los casos de demencia. La mayor escolaridad reduce el riesgo de presentarla en la vejez, por lo que es importante que el adulto entre 45 y 65 años tenga un adecuado manejo de la hipertensión, la obesidad y la pérdida auditiva en caso de padecerla, lo que puede prevenir este padecimiento.
Aunado a lo anterior, después de los 65 años la suspensión del tabaquismo, el tratamiento de la depresión, la actividad física, evitar el aislamiento social y el adecuado manejo de la diabetes, son también medidas preventivas de la demencia.