| 2024-11-07
La carretera 150-D construida con la finalidad de conectar a los estados de Veracruz y Puebla, se caracteriza por tener una de las curvas más peligrosas y pendientes inclinadas en el país. Construida en medio de montañas que han presentado deslaves debido a las recientes lluvias.
A diario miles de vehículos de todo tipo, desde particulares hasta tráileres de carga o autobuses de pasajeros transitan por esta ruta en busca de llegar a sus diferentes destinos, tanto en municipios de Veracruz como a otros puntos de México, por lo que los accidentes vehiculares están a la orden del día.
Ayer, miércoles 6 de noviembre, el tránsito vehicular se vio afectado por varias horas en la tarde debido a un mortal accidente, el cual involucró a dos unidades de carga pesada que se impactaron fatídicamente, generando un incendio.
El suceso, dejó como saldo a dos personas fallecidas, y a pesar de que los servicios de emergencia y seguridad llegaron al lugar, nada pudieron hacer por las personas. Hasta el momento, se tiene información de que uno de los conductores perdió el control de su unidad y terminó impactándose por alcance contra otro tráiler.
El hecho sucedió durante la tarde, a la altura del kilómetro 223+250, en la región de San José Cuyachapa. Lamentablemente el conductor y el acompañante del tráiler que llevaba como carga una jaula granelera, no lograron salir a tiempo, ya que el incendio se esparció de manera rápida, reduciendo a cenizas el tractocamión y dos remolques.
Los encargados de los servicios de emergencia fueron el personal de la Guardia Nacional División Carreteras, posteriormente arribó al sitio la Fiscalía General del Estado de Puebla, por lo que provocó cierres en distintas partes para realizar los trabajos de enfriamiento, entre otras maniobras.
El tráiler que recibió el impacto era un Kenworth color rojo, placas de circulación 98- AP-8W, del servicio público federal. Conducido por Cecilio Hernández quien afortunadamente resultó ileso.
Cabe mencionar que los cuerpos de los fallecidos, fueron enviados al Servicio Médico Forense (SEMEFO), para practicar la necropsia de ley y posteriormente para ser reconocidos por sus familiares.