Coatzacoalcos | 2021-03-06 | Amayrani Abad
Con una franela al hombro, jóvenes y personas adultas se ganan la vida ejerciendo el oficio de "Viene Viene", aunque en los últimos años se ha estigmatizado con comentarios negativos.
Hay quienes lo consideran una actividad que desempeñan jóvenes inmersos en las drogas y que solo buscan ganarse unas monedas para seguir manteniendo sus vicios.
Para muchos adolescentes y personas adultas quienes por falta de recursos económicos no tuvieron la oportunidad de estudiar, es una actividad para llevar alimento al hogar, sobre todo en medio de una pandemia por el covid-19, obligándolos a buscar otras alternativas para poder subsistir.
Tal es el caso de Alan González Ávila, que por más de 5 años se dedicó al trabajo de soldador y pintura, pero desde el inicio de la contingencia sanitaria se quedó desempleado, por lo que optó en retomar el oficio que desempeñó en su adolescencia de “viene viene”.
“Ahorita está lo del covid, no he encontrado trabajo, desde hace siete meses estoy de viene viene, antes me dedicaba a soldar y pintar pero me quedé sin chamba, estuve en la Ciudad de México pero mejor me regrese”, comentó.
Dijo que en este oficio llega a ganar de 150 a 200 pesos diarios y aveces un poco más cuando las personas le piden que les lave o encere sus vehículos.
Alan se coloca sobre la avenida Corregidora y Benito Juárez en el centro de la ciudad, desde las 9:00 de la mañana hasta las 3:00 de la tarde que regresa a su hogar para poder comer.
Miguel Ángel Valencia es otro joven que por más de 13 se año se ha desempeñado como “viene viene”, trabajo que inicio desde muy pequeño por que la escuela no fue su fuerte y prefirió apoyar a su familia.
Lamentó que muchas veces las personas los vean como “drogadictos”, por su apariencia, pero hay quienes salen a ganarse la vida de manera honrada.
“Yo apoyo a la gente a estacionarse, porque luego dejan sus coches todo mal y podrían provocar un accidente, yo estoy aquí en el centro de lunes a sábado, me va pues más o menos bien, me gano unos 100 o 150 pesos diarios”, expuso.
En el centro de la ciudad existen alrededor de 30 hombres y mujeres que se dedican al oficio de “viene viene” y que aún lo mantiene con vida pese a los señalamientos de la gente.