Coatzacoalcos | 2022-09-06
Fue un jueves por la noche, pasaban las 23:49 horas, cuando repentinamente se comenzó a mover el suelo de manera intensa luego de volver de cubrir la guardia de ese día, escuchándose los gritos que venían del edificio de cuatro pisos localizado a un lado de la casa.
Era de tal magnitud el movimiento que prácticamente imposibilitaba el moverse, ya que corrías el peligro de perder el equilibrio, viendo como las cosas de movían de un lado a otro. “¡Está temblando, está temblando!” gritaron aterrorizados los vecinos.
A los pocos instantes luego de realizar una transmisión en la plataforma de Facebook para Diario del Istmo, salí a cubrir lo ocurrido con Carlos Heredia, fotoreportero de la empresa con quien había realizado la guardia, luego recibir las indicaciones de Teresa Carrasco, Subdirectora Editorial a cargo.
De inmediato nos enfilamos a la colonia San Silverio, una de las más afectadas en el municipio, por haberse abierto varias grieta en la parte baja de ese sector que daba la zona pantanosa.
Una casa de material de color verde, se hundió por el intenso movimiento, quedando la mitad de ella enterrada y la puerta de metal bloqueada, por lo que vecinos tuvieron que acudir para auxiliar a la familia que permanecía encerrada.
Ese día la gente corría y atemorizada, buscaba lugares altos, ante el rumor de que se registraría un tsunami, por lo que buscaban partes altas donde permanecer durante la noche y madrugada de ese inolvidable día.
Habitantes de las colonias Guadalupana, Teresa Morales, Peloteros, El Tesoro y San Silverio, salieron rumbo a la avenida Universidad Veracruzana, en la zona del Faro que era la más alta de ese sector, estando en sus vehículos y otros más en la orilla del camino, con miedo reflejado en sus rostros.
En la colonia San Silverio fueron decenas de viviendas las afectadas por las cuarteaduras de los pisos, paredes partidas, techos desprendidos y múltiples filtraciones de agua que salía del suelo, ocasionó que mucha gente saliera de ese sector, temerosos de que siguieran los daños con las réplicas.
La señora que vivía en la casa que se hundió, narró como fue que lograron empujar la puerta metálica para saliera de la vivienda a la que se le desprendió parte del techo que cubría el patio. Esa casa tuvo que ser demolida en su totalidad posteriormente al representar un grave peligro.
Los servicios de telefonía de la empresa Telcel colapsaron, dejando incomunicada a la gente que tenía ese servicio, mientras que otros con AT&T pudimos realizar las transmisiones en vivo, informando a la población de lo ocurrido, de lo que estaba pasando en ese momento, al igual que los compañeros de las corresponsalías, quienes de igual manera se dieron a la tarea de salir y realizar la labor.
Protección Civil no lograba atender los cientos de llamadas que recibían, mientras que en diversos puntos de la ciudad se escuchaba el ulular de las sirenas. La población estaba sorprendida tras lo ocurrido.
El sismo de magnitud 8.2 se sintió en el sur y centro de país, dejando posteriormente gran cantidad de réplicas, donde la más grande fue de 6.1 grados.
El citado temblor dejó una estela de muertos en la República Mexicana, siendo contabilizados 79 en el estado de Oaxaca, mientras que en Chiapas 16 y cuatro en el vecino estado de Tabasco para un total de 99.
Ese día concluimos la jornada después de las cuatro de la mañana, con la satisfacción del deber cumplido y preparándose para lo que vendía a causa del citado evento.