| 2020-10-08 | Alejandro Quijano
¿Estudiaste una carrera porque era lo propio en tu familia? ¿Querías trabajar en algo en específico, pero tomaste la primera opción que se te presentó? ¿Fue lo que otras personas te recomendaron? ¿Es lo que siempre soñaste que querías ser? ¿Sientes motivación cuando estás por comenzar tu jornada laboral?
¿Por qué trabajas? El área laboral es el medio a través del cual obtenemos los recursos para construir nuestra vida. Es importante analizar tu situación actual al respecto, ya que solo así podrás tomar acción para aplicar la consciencia plena e incrementar tu rendimiento.
El mindfulness nos ayuda a comenzar a llevar nuestra atención a aquello que nos mueve. ¿Cuál es tu motivación? ¿Es el dinero, el estatus social, el reconocimiento? ¿O buscas aportar algo a la sociedad? Tal vez, ¿darle una mejor calidad de vida a tu familia? Cualquiera que sea tu respuesta es válida. Saber por qué vamos a hacer algo es más importante que lo que haremos per se. Existen técnicas de consciencia plena para poder darle la vuelta a cualquier situación y experimentarla sin negatividad e, incluso, disfrutarla.
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Una de las principales fuentes de malestar es enfocarnos únicamente en la situación que tenemos frente a nosotros, perdiendo de vista todo lo demás.
¿Qué hacer?
Cuando la carga laboral es muy extensa, el ambiente de trabajo no es el más agradable o los líderes no son completamente empáticos, nuestros pensamientos pueden verse absorbidos por la incomodidad.
La técnica que ocuparemos, una vez que nos hayamos dado cuenta de que nuestro malestar viene de nuestro enfoque en lo desagradable, es el distanciamiento temporal.
Esto no habla de alejarnos de nuestro trabajo, al menos no físicamente. Lo que se hace es un distanciamiento mental de la situación actual. Proyectarnos a futuro, dentro de algunos meses o años, puede ayudar a quitarnos el peso de encima, pues imaginarnos libres de lo que nos hace sentir mal hace que dejemos de sentirnos mal.
No obstante, no se trata de escapar de la inevitabilidad de la realidad: esta técnica ha de usarse sabiamente, recordando que la única forma de encontrarse en armonía permanente es haciendo las paces con el momento presente tal cual es. Aceptar lo que las personas y las situaciones pueden darnos es mucho mejor que quejarnos de que no nos dan lo que quisiéramos.
Re-contextualizando
En ocasiones, podemos pensar que la situación laboral que estamos viviendo no vale la pena por lo que obtenemos a cambio: dinero. Cuando vemos el dinero como el fin último de nuestro trabajo, puede llegar a parecernos que no es una razón lo suficientemente válida para el tiempo o la energía que invertimos. Algo muy útil es recordar que el dinero no es un fin, sino es un medio.
Si las circunstancias en el trabajo se presentan adversas, no pienses en la cantidad de dinero por la que estás ahí, sino aquello que el dinero te permite hacer. No pienses que estás ahí por un sueldo: mejor piensa que estás ahí por tener un lugar dónde dormir, comida y bebida, tus planes futuros, etc.
Toda circunstancia y toda persona tiene un lado positivo, vale la pena que analices esa parte agradable en lugar de enfocarte en lo que no te satisface
Procura hacerte el hábito de siempre ver más allá de lo que se muestra evidentemente ante ti. Dar un paso hacia atrás (metafóricamente hablando) para ver con más claridad todo el escenario te puede abrir los ojos a partes de la imagen que, probablemente, perdías de vista.
Pensar a profundidad en las verdaderas razones que te motivan siempre es útil; el significado que decidas darle a lo que esté pasando determinará cómo lo experimentas. Decide con una mente mindful ver lo constructivo en todo y así nada podrá perturbarte.
Tu vida laboral es solo una de las áreas de tu vida y no debes permitir que afecte negativamente las demás. Si te encuentras constantemente sintiéndote decaído, sin importar lo positiva que sea tu actitud, es momento de replantear tus objetivos.
Nunca es tarde para tomar una decisión: puedes buscar incorporarte a otra área de la empresa en la que estás; puedes comenzar a buscar formas de monetizar tus pasatiempos; puedes hablar con las personas a tu alrededor para generar un cambio o encontrar apoyo y solidaridad. Si has identificado detalladamente el problema, será mucho más fácil discutirlo y que se encuentren soluciones.