Consejos para maestros, alumnos y padres de familia

| 2020-10-15 | Alejandro Quijano

La pandemia nos ha ayudado a ver el lado más humano de las personas con las que solo solíamos convivir en la oficina o en las aulas. Observar a alguien desenvolviéndose en su ambiente nos puede ayudar a ser conscientes de que, como nosotros, también son personas con miedos, inseguridades, y propensiones a sentirse ansiosas y estresadas.

Las clases en línea son prueba de ello: así como muchos estudiantes reportan sentirse con mayor presión e incertidumbre, varios profesores igualmente se sienten así. Al estar en un periodo de adecuación a la nueva normalidad, es de esperar que toda persona tenga un par de días en los que no se sienta con la mejor disposición. Por ello, hay que saber identificar síntomas de malestar mental y emocional antes de que escalen.

Las expectativas y sus consecuencias

No obstante, al ser los maestros los líderes en el aula, se puede llegar a esperar de ellos que ya se hayan adecuado a la perfección a una nueva forma de impartir las clases. Las expectativas que recaen sobre ellos son muy altas puesto que se espera que sean igual de eficientes al impartir conocimiento en una videollamada como lo son presencialmente.

A tan solo un par de meses de haber iniciado el ciclo escolar, se han reportado incidentes en las aulas virtuales, probablemente por no haberse gestionado apropiadamente las emociones respecto al cambio repentino y el uso de esta nueva modalidad. Si bien nunca es justificable la agresión en ninguna de sus formas, es importante ser más empáticos y compasivos, entendiendo que todo esto impacta por igual a todo el mundo.

¿Qué hacer al respecto?

Estos son algunos de los consejos más útiles que se pueden dar en este momento:

 


Reconocer la humanidad en los demás, recordando que –de la misma manera que nosotros– son vulnerables y se están adaptando, asegura que entre todos nos apoyemos y podamos salir adelante sin dejar a nadie atrás.