Celebraciones decembrinas sin conflictos
| 2020-11-18
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Alejandro Quijano
La ciudad comienza a iluminarse con adornos, las ventas aumentan y se empiezan a envolver los regalos, los hogares preparan el árbol navideño…
es esa época del año. Diciembre suele ser un mes en donde el ambiente se torna más positivo y agradable, pues se siente en el aire
la expectativa del fin de un año y el comienzo de uno nuevo.
Hay quienes pasan estas fechas con familiares, otros tantos con amigos o con su pareja, y también están las personas que, por alguna circunstancia,
las pasan consigo mismas. Independientemente de cuál sea el caso, es innegable el hecho de que enfrentarnos a
la convivencia (ya sea con los demás o con uno mismo)
durante el final de un ciclo puede tornarse algo tensa. Te compartimos algunos consejos para
gestionar el conflicto en caso de que éste surja, y no permitir que
tome el protagonismo de fechas tan importantes.
Convivencia en familia Suele ser la más común de todas, aunque
no todos los integrantes tengan la disposición de que sea armoniosa y
libre de peleas. Sin importar los deseos que se tengan de tener una
navidad como se nos muestra en las películas, en donde
todo se desenvuelve de una manera perfecta, la probabilidad de que las cosas se tornen agresivas
es real. Para esos momentos, es útil recordar que hemos de tener una
mentalidad agradecida de poder pasar un año más en compañía de nuestra familia. Años como este nos demuestran que
nada está garantizado, por lo que cada
navidad ha de disfrutarse
como si fuera la última.
Incontables familias pasarán las festividades sin uno, dos o tal vez más miembros debido a
la contingencia sanitaria por COVID-19. Es importante resaltar que, a pesar de que la situación parezca haber mejorado debido a la
reapertura de centros comerciales y de espacios comunes, aún no se debe bajar la guardia. Evitar reuniones de varias personas es lo más sensato; es mejor prevenir que lamentar.
Convivencia con amigos o en pareja A pesar de que la probabilidad de conflicto es menor, al estar con personas que
conscientemente elegimos para que estén en nuestra vida (como dice el dicho: los amigos son la familia que elegimos), esta convivencia
no está exenta de los problemas. La gran diferencia de la convivencia con amigos o en pareja y con la familia,
es que hay menos restricciones acerca de lo que se puede hablar. Como no hay jerarquías ni figuras de autoridad, se puede ser más directo. Aprovecha esta comunicación más abierta para
hablar cualquier diferencia en lugar de permitir que escale a un conflicto. En cualquier relación,
la comunicación lo es todo.
Convivencia con uno mismo A algunos puede parecerles la más complicada de todas, mientras que otros
la ansían fuertemente. Pasar sin compañía fechas que se han popularizado como momentos
para compartir con los demás puede ser duro, y más si no somos conscientes de que
la soledad no significa que nos falte algo. Este es el momento ideal para darte cuenta de que puedes ser tu propia mejor compañía, y usar el tiempo del que disponer para
trabajar en tu relación contigo. Al final, es esta la relación más importante de todas y de la que
dependerá la calidad del resto de nuestras relaciones, por lo que dedicar cualquier ocasión a este fin
siempre será fructífero.