La carretera Costera del Golfo, entre los límites de Veracruz y Tabasco, sigue siendo uno de los tramos más peligrosos para motociclistas.
De acuerdo con reportes de cuerpos de emergencia y registros de Seguridad Pública, los accidentes en este tramo se mantienen constantes, siendo las principales víctimas trabajadores que se dirigen a restaurantes, gasolineras o pequeños comercios ubicados a orilla de la vía.
Cada año se registran decenas de percances en esta zona, con consecuencias fatales, en promedio, seis personas pierden la vida anualmente; en la mayoría de los casos, se trata de motociclistas embestidos por vehículos a alta velocidad, cuyos conductores no reducen la marcha ni respetan los límites establecidos, particularmente en tramos cercanos a comunidades o zonas de actividad comercial.
Testimonios de paramédicos y rescatistas refieren que en varios de estos siniestros los cuerpos de las víctimas terminan irreconocibles, ya que tras el impacto inicial, son arrollados por otros vehículos que circulan sin advertir la presencia del accidentado.
El paso continuo de unidades pesadas y el exceso de velocidad agravan la situación en un tramo donde la señalización es limitada y la vigilancia escasa.
Aunque han sido los mismos habitantes de la zona rural, quienes han solicitado a la Guardia Nacional (GN) para que refuercen la seguridad vial, no se han implementado acciones concretas como reductores de velocidad, radares o patrullajes permanentes.
La falta de infraestructura para motociclistas y de campañas efectivas de concientización entre automovilistas mantiene a esta vía como una ruta de alto riesgo.
La Costera del Golfo, que conecta diversos puntos de actividad económica en Agua Dulce, sigue representando una amenaza latente para quienes, por necesidad laboral, deben recorrerla diariamente en las unidades de dos ruedas.
MIGUEL A. RODRÍGUEZ/IMAGEN DEL GOLFO
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