Una familia de cuatro personas vivió momentos de terror el pasado fin de semana en la playa Las Palmitas, cuando cerca de las 7 de la noche fueron interceptados por cinco sujetos encapuchados y armados.
Según reportes, los delincuentes los encañonaron y los obligaron a subir a su propio vehículo, un Vento color gris, trasladándolos primero a la zona de la congregación de Tonalá y posteriormente al camino rural del ejido El Tortuguero, donde fueron abandonados.
Tras el hecho, los agresores huyeron llevándose el automóvil, así como dinero, celulares y otras pertenencias de las víctimas. Se sabe que los teléfonos celulares sustraídos registran su última ubicación en el municipio de Ixhuatlán del Sureste.
Sin embargo, hasta el momento no hay una denuncia oficial por parte de los afectados. La policía municipal, como ha ocurrido desde que Luis Ángel Zepeta dirige la corporación, brilla por su ausencia en las zonas concurridas por los hidrómilos, permitiendo que la delincuencia opere impunemente.
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