Las actividades ilícitas relacionadas con el robo de combustible, conocido como huachicol, han generado una ola de preocupación entre los empresarios del sector industrial en Tabasco. La Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA) advirtió que esta práctica pone en riesgo la continuidad operativa de parques industriales y corredores empresariales estratégicos en la entidad
Durante una rueda de prensa en Villahermosa el 9 de junio, el presidente de la CANACINTRA en Tabasco, Alejandro Yesugai, resaltó que los constantes cortes y rebosamientos en ductos afectados por tomas clandestinas no sólo provocan pérdidas económicas directas—como el robo de fluido vital para la producción—sino que también llevan a interrupciones en la cadena de suministro, retrasos en entregas y el aumento en los costos logísticos .
Yesugai enfatizó que los parques industriales, que albergan desde ensambladoras hasta empresas de suministro de servicios, enfrentan incertidumbre por la falta de combustible y por el riesgo de accidentes derivados del almacenamiento ilegal y transporte inseguro que realizan las estructuras criminales. Estas condiciones, alertó, podrían frenar inversiones recién instaladas en corredores como Cunduacán‑Comalcalco y Villahermosa‑Cárdenas .
En concreto, aseguró que las fallas en el abasto se traducen en una menor eficiencia energética, maquinaria detenida y paros en líneas de producción, lo que deriva en pérdidas multimillonarias que, según empresarios, podrían poner en jaque la sustentabilidad de las operaciones locales. La mano de obra calificada también está en riesgo, pues un ambiente tan inestable podría impulsar la migración de personal especializado hacia otros estados o sectores .
En respaldo de estas declaraciones, se han registrado recientes aseguramientos de grandes volúmenes de combustible robado en Tabasco. A finales de mayo, uno de los operativos más grandes decomisó 3 millones de litros de huachicol, alertando sobre la sofisticación con que operan las redes delictivas en la región.
CANACINTRA urgió a la suma de esfuerzos que incluyan a autoridades federales, estatales y municipales para implementar vigilancia especializada, advertir a empresas sobre rutas de logística inseguras y coordinar acciones preventivas con Pemex y la Guardia Nacional. La meta es salvaguardar los ejes industriales y garantizar que amenazas como el huachicol no comprometan la infraestructura esencial para el desarrollo regional.
En conclusión, el *huachicol* se ha convertido en una amenaza sistémica para los parques industriales y corredores empresariales de Tabasco. Más allá del robo de combustible, está en juego la estabilidad de la inversión, la continuidad operativa, la preservación de empleos calificados y la proyección económica de la entidad. CANACINTRA insta a actuar con celeridad para cortar de raíz este riesgo y proteger el entorno industrial que impulsa a Tabasco hacia el futuro.
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