El aprendizaje de las formas geométricas está incluido en los proyectos que forman parte de la enseñanza básica. De hecho, es común encontrar juegos didácticos para niños pequeños con este tipo de figuras, como un primer acercamiento y familiarización.
Esto se debe a que, en primer lugar, la geometría ayuda a reconocer y representar formas de la vida cotidiana y, con ello, dimensionar el espacio y los objetos. Por otra parte, es una excelente forma de comprender conceptos esenciales como forma, distancia y distribución.
A continuación, compartimos las claves para la enseñanza de la geometría a partir de las formas en la vida cotidiana.
El espacio en el que nos desenvolvemos está repleto de figuras geométricas, algunas más fáciles de reconocer que otras. Ya sea que observemos edificios, plazas y señales de tránsito o, por el contrario, los platos, puertas y adornos de casa, estamos frente a formas que tienen nombre.
Por eso, es fundamental realizar ejercicios de reconocimiento en la vida cotidiana antes de aprender cómo sacar el área de un triángulo, por ejemplo. En ese caso, será muy útil buscar un cartabón o buscar fotos de las pirámides para comenzar por la identificación.
Es aconsejable comenzar por formas simples y llanas, para evitar confusiones conceptuales. En ese sentido, un ejercicio útil es proponer un recorrido de las instalaciones escolares o el hogar para reconocer formas. Por otra parte, podemos realizar figuras de cartón o papel.
Una vez que logramos el reconocimiento de las distintas formas en la práctica, habremos ayudado a desarrollar el aprendizaje, identificación y clasificación. En este último punto, podremos profundizar a medida que avance el aprendizaje y capacidad de distinción.
En esta instancia, es clave buscar formas de aprendizaje cómodo y agradable para los niños. Esto se debe a que corresponde guiar el paso de la identificación a la abstracción, comenzando por remitirnos a la memoria sobre lo observado en el proceso de reconocimiento.
Seguido, es posible avanzar con la clasificación de las formas según la cantidad de lados y variaciones, entre otros factores. Si bien hablamos de cierto nivel de abstracción, el soporte gráfico es fundamental en esta instancia para asentar el proceso de aprendizaje.
Como ya mencionamos antes, el apoyo gráfico es crucial para el desarrollo conceptual de la geometría. Por esta razón, el material didáctico es de gran importancia a la hora de enseñar nociones más abstractas como lados, área y perímetro.
Las ilustraciones, colores y acotaciones no solo deben limitarse a la disposición de material de estudio. En ese sentido, resulta fundamental proponer, desde el espacio de enseñanza la realización de ejercicios que incluyan completar dibujos, enumerar lados o, incluso, ilustrar formas.
En el traspaso de los conceptos dados a la aplicación gráfica, los niños podrán asentar todo el conocimiento transmitido. De esa manera, no se tratará de un ejercicio de memoria sino que trasciende la capacidad de retención y se alimenta el pensamiento lógico.
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