Estatal
Centro Histórico del puerto de Veracruz, foco rojo en violaciones
Colectivo Brujas del Mar señala que edificios abandonados son propicios para ataques sexuales
Antes de la pandemia, una ola de ataques sexuales se desató en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río y Medellín, pero al llegar la cuarentena, la violencia contra las mujeres se trasladó al interior de las viviendas.
Aunque durante la cuarentena estos ataques en la vía pública disminuyeron y apenas se registraron dos y varios intentos en diversas colonias del puerto, el hecho de que el segundo repunte de contagios ha vuelto a dejar las calles semi vacías, no permite quitar el dedo índice de la problemática.
Edificios desocupados pero sin protecciones como tablas triplay, mallas o rejas hacen del Centro Histórico de la ciudad de Veracruz un lugar peligroso para las mujeres que tienen que salir a trabajar, ya que pueden ser arrastradas a esos espacios.
Urge atención
“La verdad es que son focos para que haya ilícitos y sobre todo en materia de género, si una muchacha o una mujer va caminando por ahí, ya sea que salga tarde de trabajar, tenga que ir a buscar algo, realmente está muy expuesta y en materia de prevención se tiene que tomar en cuenta”, comenta Arussi Unda, del colectivo feminista Las Brujas del Mar.
Para la vocera de la colectiva, caminar, incluso en las principales avenidas del Centro Histórico es de terror para las mujeres de Veracruz por lo solitarias que están las calles al cerrarse los comercios.
El 25 de noviembre de 2019, la colectiva Colmena Verde presentó el primer mapa de zonas de riesgo para mujeres de la ciudad, el informe arrojó que entre las 6 de la tarde y las 8 de la noche es el horario en que más agresiones y ataques se presentan, entre los que destacan acoso, asaltos, violaciones y hasta intentos de secuestro.
Según la encuesta, uno de los puntos rojos es el Centro Histórico, cuando son edificaciones que están bajo la administración municipal.
El INMUVER (Instituto Municipal de la Mujer en Veracruz) solicita tome cartas en el asunto la dirección de Gobernación, tal como sucedió con el caso del expenal de Allende, que fue sellado tras el ataque sexual de una joven en su interior, además de las quejas de vecinos por estar plagado de drogadictos.
Acciones
“En casas o propiedades particulares no lo podemos hacer, lo que yo he pedido al director de Gobernación es que se localice al dueño o dueña y se les explique la importancia de cerrar esas viviendas porque así estaríamos evitando que las mujeres y niñas que vivimos en la ciudad podamos sufrir cualquier tipo de violencia”, argumenta Blanca Aquino, directora del instituto.
Puntos como un edificio ubicado en la recta final de la avenida Independencia casi llegando a Montesinos, el inmueble en Díaz Mirón esquina Bolívar, propiedad del sindicato de Tamsa, la exbiblioteca en el parque Zamora, una caseta que está al pie del expenal de Allende, un edificio casi derrumbado en Guerrero y Cortés, y el antiguo edificio que albergó al cine Buñuel, en Díaz Mirón, son solo algunas de las edificaciones que carecen de protección y bien podrían servir como “nido de fechorías”.
