Se le acaba el tiempo a Nahle



Se le acaba el tiempo a Nahle

El ejemplo lo puso Marcelo Ebrard, después de separarse de la Cancillería para entrarle de lleno y limpio a la contienda interna por la candidatura a la presidencia de la República, sin dejar espacio para las dudas sobre el manejo que pudiera hacerse del dinero y las conexiones que permite despachar desde una posición en el gabinete presidencial.

Seguro en días, en horas probablemente, tendrán que seguirlo, por un asunto de valor moral, las otras “corcholatas” que aspiran a estar en la carrera presidencial con él. Quienes no lo hagan afrontarán una fuerte crítica desde las entrañas de su partido, con la militancia que trabaja a ras de piso.

Pero no se puede perder de vista que en el camino a las elecciones del 2024 no solo está en juego la renovación de la presidencia de la República. También se elegirá nuevos gobernantes en nueve estados del país: la Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Yucatán y Veracruz.

Quienes aspiren a competir en alguna de estas candidaturas, deberá plantearse la idea de despedirse de su cargo, independientemente el nivel que ocupe.

En Veracruz, son tres las “corcholatas” de Morena, están claras porque se han dedicado a expresar, en lo público y en lo privado, sus intenciones de aparecer en las encuestas para elegir el nombre que estará en las boletas electorales.

Pero de esas tres “corcholatas”, destaca la secretaria de Energía, Rocío Nahle, ya que, como fue en el caso de Marcelo Ebrard, es una de las personas a las que el presidente Andrés Manuel López Obrador dio la confianza para integrarse a su gabinete de gobierno, desde el primer día de la 4T.

Rocío Nahle García, desde su posición, debe estar planteándose si renuncia o no a su cargo para integrarse de lleno a la carrera rumbo al 2024. Por eso, fue que el presidente habló en plural, cuando reconoció que otros de sus colaboradores seguro se ausentarían del gabinete en los próximos días.

Sin embargo, a diferencia de otros miembros del primer círculo del presidente -como es el caso del secretario de Gobernación, Adán Augusto López-, Rocío Nahle tiene mucho que perder con su renuncia.

La secretaria de Energía es responsable de uno de los megaproyectos más importantes del actual gobierno federal y si se va no podrá entregar, en forma, la refinería de Dos Bocas en Tabasco. Le quedará mal al presidente y será tema central para que sus adversarios, en Morena y fuera del partido, centren sus críticas.

Nahle tendrá que sopesar los pasos que dé en su futuro inmediato, pues de poco le servirá el apoyo del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, si deja la sensación de que está dejando el trabajo inconcluso en el proyecto de nación que abandera la 4T con AMLO.

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