Presupuesto 2022 para las áreas naturales protegidas ¿Cuidar lo que importa?




En el presupuesto de la Federación para el 2022, a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), instancia responsable del manejo y la gestión de estas zonas, se le asigna un total de 887,345,000 pesos; es decir, el 5% del gasto destinado al sector ambiental. No obstante, este monto supone un recorte real del 1.2% al presupuesto de la dependencia con respecto al monto aprobado en el año fiscal anterior.

En los últimos años el gobierno mexicano ha ampliado la superficie protegida del país, en los años 2016 y 2017 se sumaron sesenta millones de hectáreas, en su mayoría de mar territorial. Sin embargo, el presupuesto por hectárea protegida se ha reducido en 90 %, al pasar de un máximo histórico de 94.35 pesos en 2016 a 9.7 pesos en la actualidad.

El presupuesto federal proyectado para las Áreas Naturales Protegidas (ANP), no garantiza su operación y manejo efectivos. El recorte pone en riesgo la conservación de nuestro patrimonio natural, así como la efectividad de los proyectos comunitarios al interior de las áreas protegidas.

Los recursos públicos que se asignan a las ANP son fundamentales para fortalecer el manejo de estas, para impulsar la participación comunitaria en la conservación, el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales y promover la restauración de ecosistemas, así como para acciones de vigilancia, de protección y monitoreo para la conservación y recuperación de especies prioritarias y sus hábitats. Esto muestra la escasa participación del gobierno federal en un asunto prioritario y un derecho constitucional: garantizar el derecho a un medio ambiente sano.

Esta reducción presupuestaria contribuye al agravamiento de diversos problemas que existen en las ANP, como la deforestación y la degradación de los bosques y las áreas costeras, el descontrol y la expansión urbana, la construcción de infraestructura de alto impacto para el ambiente y, actividades extractivas como la minería. Todas ellas ocasionan una pérdida de biodiversidad y un deterioro ambiental cada vez mayor.

El reconocimiento de la importancia de los sistemas socio ambiéntales que representan las áreas naturales protegidas del país supone dotarlas de presupuesto suficiente. Por lo menos se tiene que complementar el presupuesto operativo de las ANP con los recursos que generan por el cobro de derechos, aunque esta cifra no es significativa, reintegrarla para la operación de las áreas sería un avance importante en la reducción de la brecha financiera.

Por lo que urge incrementar el presupuesto federal para garantizar la operación y el manejo efectivos de las ANP. Esto significa dotar con recursos suficientes a la CONANP para que cuente con el personal necesario, así como con gastos de operación y un equipamiento que le permita realizar actividades esenciales para la protección, la restauración, el monitoreo biológico, la vigilancia y la supervisión de los proyectos comunitarios que se realizan en la mayoría de las reservas naturales del país. Invertir en las ANP es cuidar lo que importa.

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