El mensaje de López Obrador al PRIAN… y a Odebrecht
Más allá de las 1200 reservas –la mayoría, de la oposición del PRIAN, PRD y MC-, y también más allá de las oratorias de Morena, PT y PES, el mismo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se plantó ayer desde su mañanera, y dijo a aquella trinca convenenciera conformada por prianistas, perredistas y mcedistas, justo hora y media después de que aquellos habían acabado el proceso legislativo del presupuesto de Egresos de la Federación 2021 (05:55 de la madrugada):
“Pero más que hablar del presupuesto global, tenemos que atender las necesidades de la gente, y afortunadamente contamos con presupuesto. Por esto estoy muy contento desde el jueves, que ya había sido aprobado en lo general. Y en la madrugada, todo el presupuesto: 6 billones (casi) 300 mil millones. Felicito a los legisladores porque se aplicaron.
“Los opositores utilizaron el método de las tácticas dilatorias. Presentaron más de 1000 reservas. Es histórico. Nunca se habían presentado tantas reservas. El PAN, el PRI, el Movimiento Ciudadano. Pero muchísimas. Artículo por artículo. Por eso llevó horas. Porque cada reserva se tiene que votar.
“Siendo secretario de Hacienda Carstens, de Felipe Calderón, tres años consecutivos sacó el presupuesto por unanimidad. Todos los diputados aprobaron. Qué iban a haber reservas. Nada. Todo planchado. Porque les repartían moches a todos.
“Se negociaba con los coordinadores de los partidos. Se les entregaban bolsas de recursos. Las partidas de moches para eso servían.
“Pero, ¿por qué el gobierno hacía esto? Porque el presupuesto no se utilizaba como instrumento para el desarrollo y el bienestar. Porque el gobierno no tenía esa función, de impulsar el desarrollo y garantizar el bienestar del pueblo.
“Aunque parezca increíble, el gobierno era un facilitador de la corrupción. No le importaba que se dispersara el presupuesto. Que existieran todos los fideicomisos que les demandaban los fondos y que el presupuesto no le llegara al pueblo.
“El presupuesto lo utilizaban para maicear, para sobornar. Porque la función del gobierno era facilitar los negocios en beneficio de un grupo: los contratos en Pemex, la compra del gas a empresas. Por ejemplo, deciden que necesitaban gas para construir plantas de ciclo combinado y generar energía. Plantas que producen energía con gas.
“Entonces, no hacen las plantas porque eso, aunque les dejaba dividendos, era negocio, pues significaba trabajo hacer las termoeléctricas, y llevaba tiempo.
“¿Qué era más rápido y jugoso? Pues comprar el gas, vender el gas. La compra-venta del gas. Compran gas en exceso, con tarifas elevadísimas, al grado de que la empresa que vende el gas, además de cobrar tarifas elevadas, a los 20-30 años toda la tubería, todas las instalaciones, todos los gasoductos no pasan a ser de la Comisión Federal de Electricidad sino que siguen siendo de la empresa.
“Es un negocio redondo. ¿Entonces, quiénes se meten en esto?… Pues hay se los dejo de tarea. Por eso se aprobaba el presupuesto sin dificultad. Las organizaciones campesinas recibían su presupuesto. Los que tenían más influencia, los coordinadores legislativos, recibían su presupuesto y ellos eran los que entregaban los presupuestos en los municipios.
“Entonces se dispersaba el presupuesto. Y para nosotros el presupuesto es un instrumento para el desarrollo.
“Si de por sí la inversión pública es escasa, el presupuesto si no lo optimizamos, no lo cuidamos, pues no nos alcanzaría para atender las necesidades de la gente. Pero, repito, antes no les importaba porque no era la función básica, central del gobierno: la de impulsar el desarrollo, atender las necesidades del pueblo. La función era hacer negocios al amparo del poder público.
“Se pensaba: ‘si les va bien a los de arriba, les va a ir bien a los de abajo. Si llueve fuerte arriba, va a gotear abajo’. Todo esto ha cambiado, y ahora es trabajar de abajo hacia arriba.
“Otra característica del nuevo gobierno es que ya no tenemos tantos programas.
(Y) acerca de los contratos fueron leoninos. Por ejemplo, en la planta de Polietileno de Nanchital, en Coatzacoalcos, significó vender gas de Pemex a precio bajo, más que el precio del mercado. No cobrarles el transporte del gas. Y si Pemex, como sucedió, no tenía gas, tenía que importarlo para entregar el gas a la planta de Odebrecht. Y si no cumplía, como sucedió a veces, tenía que pagarle una multa a la empresa.
“Hicimos la cuenta y tenían una ventaja, por decirlo de una manera, a favor de la empresa de más de 15 mil millones de pesos. ¿Cuándo dieron el contrato? En los tiempos de Calderón.
“Desde que se dio el contrato, se les permitió de que cobraran el IVA sobre lo que iban invirtiendo en la construcción de la planta. Se les dio crédito en la banca de desarrollo. Pagaron el crédito con la devolución del IVA.
“Mal aconsejados (porque ya se vence el contrato del abasto de gas), en vez de buscar una opción, se les estaba dando por alternativa de que se modificara ese contrato, y se les permitiera a ellos importar el gas, y abastecieran con ese gas su planta. Y los abogados o sus asesores, o están pensando de que pueden dejar pasar transcurrir los cuatro años (resto del sexenio) y que con el nuevo gobierno volverán por sus reales, ayer me decía el director de Pemex, que no quieren ningún arreglo. Y se va a tener que cancelar el contrato de parte nuestra. Ya no se les va a abastecer de gas. Porque no vamos nosotros a seguir manteniendo una relación de complicidad y corrupción”.