El Arcoiris de Cantona




Bello fue el arcoiris que recibió el rezo de los caminantes, los últimos pasos fueron dolorosos para algunos, casi incaminables, sin embargo para otros fue como saborear un dulce manjar. 

Ingresaron al Centro Ceremonial de Cantona, con total solemnidad se adentraron a sus profundidades, justo en el mismo lugar que en el 2012 los había recibido, querían reconectarse con esas esencias que habían dado a luz la nueva era.

La bandera tricolor estaba siendo ondeada felizmente por aquella joven scout, Jaqueline, quien con peculiar alegría hacia la sincronía perfecta entre el emblema nacional y el emblema sutil de la esencia divina del dulce arcoiris. Los dos elementos sellaron el rezo, reprogramando un nuevo orden que como gota de agua al caer al lago ondea al todo, sin embargo la grandeza de lo pequeño es manifiesto, ¿qué sería lo grande sin la integración de sus partes?, ¿qué sería el cuerpo sin sus millones de células?, ¿qué sería el espacio sin sus estrellas y galaxias?, uno a uno, todos cuentan, y la certeza de la fuerza del porcentaje mínimo para crear los cambios profundos, ¡ya está!.  La masa crítica existe y está hechando andar los engranajes perfectos para el despertar y ascensión de la humanidad, no hay nadie que pueda detener este huracán de amor, no hay poder alguno que pare este terremoto de consciencia, pese a todos los obstáculos esto será así. 

La confianza no se abandona de la constancia ni de la precisión dada en cada paso.   El Plan cósmico está exento de cualquier interferencia, el plan está más allá de cualquier mente semihumana, así será y hecho ya está, por más que vieron imágenes apocalípticas aquellos semi-clarividentes lo importante no es solo ver las distintas lineas de tiempo, lo realmente importante es convocar y crear imágenes armónicas para generar la inversa proporcional.  

El arcoiris fue anunciado justo cuando se entregaba el rezo a la Madre Tierra, mientras se escuchaba el toque ceremonial de los cuencos de cuarzo una preciosa llovizna cubrió sus espaldas y los llenó de vida, después el viento sopló y sopló suavemente hasta que a la lejanía se aparecieron los siete colores como una bella Whuipala. Mas allá de cualquier asociación con la bandera LGBTTI o recordar la alianza que se hizo cuando Noé sobrevivió en su arca acompañado de su familia, los únicos seres humanos más íntegros que había en su momento, junto con cientos de especies animales…haciendo la excepción de esta bella metáfora contada, porque hay mucho que averiguar al respecto y la verdad está entreverada, es entender a estos siete colores que integran y conforman a la luz.  La luz que es la única capaz de iluminar a la obscuridad, la luz que muestra el camino, la luz que es amor, sabiduría, fortaleza, poder, vida y  trascendencia. 

Aquel anuncio se hacia en ese momento manifiesto, como muchas otras veces se ha anunciado en otros espacios y tiempos hacia otros engranadores, peregrinos, caminantes, sanadores, políticos, científicos, artistas, campesinos, madres, padres, etc, todos los que en sí son cuidadores y cocreadores de la luz.  

La alianza está latente y la grandeza de la divinidad los envuelve.



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