De Atlacomulco al Edén de Tomás Garrido Canabal




Después de los años de dominación de muchos años de la política mexicana con el Grupo Atlacomulco, y de su rotundo fracaso con el paso del tiempo, ahora surgió el “Tabasco Power”.

A pesar de las resistencias y guerra sucia de los de antes, el nuevo Grupo Político en el poder, le da al país, esa sensación necesaria de equilibrio en donde al presidente AMLO, se le suman como aliados, todos los estados del sureste del país, haciendo una auténtica y verdadera fortaleza para el equilibrio político nacional, necesario e indispensable para revertir los años de pobre y miseria ocasionada por el olvido gubernamental de antes.

Por eso, la llegada a la Secretaría de Gobernación de Adán Augusto López Hernández, no es un mensaje, sino más bien una realidad, en torno al orden y la mano firme que se necesita para pasar de los apapachos a los golpes en la mesa, que se requieren para salir del ostracismo y zona de confort, de muchos políticos que simplemente andan en una dimensión desconocida, a pesar del ritmo de trabajo que imprime a su gobierno el político tabasqueño.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, tiene en Adán Augusto López Hernández, “mi hermano Adán” sino también al amigo de todas sus confianzas, al compañero de lucha y al personaje vertical y honesto, qué en su labor como gobernador tabasqueño, sacó la casta, y no dejó que nadie pasara por encima del pueblo, como el caso específico con el titular de la CFE, a quien puso en su lugar y “prontito” caminando, para que no se “enervie”.

“Anca” son otros tiempos, “adece”, que los abrazos, pasaron de moda, en lugar de los balazos. Abrirán ahora paso a la solución de la “pedacera” situación en algunos lugares de mayor conflicto en el territorio nacional.

Ahora, “el pozol y los tamales de chipilín” de moda, serán más elementales en el Palacio de AMLO, cuando se den los acuerdos con el secretario de Gobernación, para las instrucciones presidenciales, a todo lo que viene, que además de chocolate de buen “cacao”, huele a orden, y a la aplicación del Estado de Derecho, con “cero tolerancia”, en un formato terso, sublime, sano, y de diálogo, pero con resultados. “Anda pues”.

Seguramente, la situación y condición del país, requiere del resurgimiento del espíritu de Tomás Garrido Canabal, quien como gobernador tabasqueño, realizó reformas dirigidas al mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo, y más conocido por su mano firme, con algunas medidas necesarias para frenar la influencia de la dominante iglesia, que en aquella región, dejó todo un precedente aún vigente en esta era, a quien fue también secretario de agricultura y fomento de México con el presidente Lázaro Cárdenas.

Aquí, el imborrable recuerdo a un luchador social como lo es, el licenciado Boris Garrido, un personaje que se hizo en política en el estado de Veracruz y en el estado de Tabasco, que dejó profunda e inolvidable huella como distinguido miembro de la dinastía de don Tomás Garrido Canabal.

También, es cierto el dolor aflora a los detractores y enemigos gratuitos del presidente AMLO, que ven ya al licenciado Adán Augusto López Hernández, como un secretario de Gobernación, “entrón”, y “de armas tomar”, que habla poco, pero cuando habla es porque ya está resolviendo el problema con la ley en la mano y por si las dudas en la otra algo para hacerles entrar en razón, a los sin razón mal acostumbrados.

Así es que, en Bucareli, las cosas van a cambiar y con este nombramiento, puede resurgir otro tabasqueño, como lo es Arturo Núñez, quien es parte del grupo del “Tabasco Power”, que hace historia y está dispuesto a cambiar al país, con sabiduría, con el bálsamo de la justicia, pero también con algo de fuerza, que se necesita para el orden indispensable a tanto desajuste de los que antes se mal acostumbraron a los abusos de poder, a la impunidad y la corrupción que no quieren dejar en el pasado.

Ahora, Adán Augusto López Hernández, como secretario de gobernación, estará en el segundo cargo de importancia en el gabinete, después del presidente AMLO, con todas las posibilidades y facultades de hacer las cosas con una nueva visión de Estado, y por lo pronto se esperan otros tiempos, sí, “siempre vendrán tiempos mejores”, y no precisamente los de la canción de la paisana Yuri, sino los de la justicia y el orden, “en favor de la pobre gente”.

“Escuchaba noticias hoy en la televisión, muertos y mal heridos desde Irlanda hasta Ecuador. Caras distorsionadas por el hambre y la ansiedad, Fueron ríos de sangre lo que pude imaginar. Siempre vendrán, tiempos mejores.

Vivo con la esperanza de mirar un cielo azul, Y dejar en los niños, aunque sea un rayo de luz, Siempre vendrán, tiempos mejores”.

El nombramiento de Adán López, es una demostración de que el presidente AMLO, no se dejó presionar del grupo que pretendía ayudar a Alejandro Encinas, y todo en orden. Ándale. Así las cosas.



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