Candidatos y elecciones
¿Habrá algo peor que una “canción” de Arjona o que un “libro de Coelho”? Sí, sin duda sí; y ¿qué puede ser peor que Arjona y Coelho?, pues una promesa
de campaña y la cándida verborrea de los candidatos –que usted disculpe— se ponen de pechito para jugar con ellos a Por mi madre Bohemios, la satírica
columna que ideó Monsiváis y tecleó Genaro Villamil, hoy periodista en nómina, que es dato y no desdoro, así que:
El candidato a diputado federal (distrito 12) por Redes Sociales Progresistas (RSP), Víctor Manuel Cortés Rergis declara que su partido –que suponemos se asume como el partido de los cirujanos— “quiere sanar al país”. ¿Medio fascista? Puede ser.
¿Mal lector de historia latinoamericana?, seguro que sí.
La teoría del país enfermo al que hay que sanar se la debemos a ese buen chico de nombre Jorge Rafael Videla, jefe de la Junta Militar que derrocó a María Estela (Isabelita) Martínez viuda de Perón en 1976 y continuó el baño de sangre y la política de exterminio iniciada por “El Brujo” José López Rega al fundar la siniestra triple A.
¿Queda claro que la historia es la maestra de la vida como quería Cicerón? A leer don Víctor, a leer, o a ler, como pueda y prefiera, que nada es a fuerza.
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En el distrito electoral federal 04, la candidata de Fuerza por México, la abogada Graciela Pérez de León Quiroz, hija del célebre “Popocha”, alias José Pérez de León, cronista de policiales, de fútbol, director técnico invicto con los Tiburones Rojos en la época del gran magnate don Pepe Lajud y experto en cábulas de café –dicho sea con humor— advierte que su interés resulta ser el de promover leyes –uno no espera menos de una diputada— y que su partido –faltaba más— “no es satélite de Morena”…
¡Abogadaaaaa, pero por Diooorrr!, aclaración no pedida, acusación manifiesta, dicen los que intrigan –perdón, los que litigan—.
Y como en el distrito 04 federal las que mandan son las mujeres, la candidata por RSP a la diputación federal, Teresa Cruz Flores, decidió iniciar su campaña con una caravana automotor –para no generar aglomeraciones— advirtiendo de paso no confiar en las instituciones –¡sácale!— porque experiencias previas no han sido positivas para su persona. ¡Chicos, chicas!, el juego aun no empieza y ya le están gritando al ampáyer.
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Otro tema que estas campañitas ponen al centro son los mítines en ausencia. 15, 20, 25 entusiastas –ajá— se colocan en un crucero concurrido…
Digamos… ¿Juan Pablo II y Urano? ¿Cuándo? El domingo 4 de abril, ¿a qué hora?, digamos las 11.30 am; ¿a quién vitorean? ¡Al candidato! ¿De qué partido? Hoy del PAN mañana quién sabe… y… ¿llevaban cubrebocas? ¡Uuupss! ¿Sana distancia? Esteeeee…
En su defensa dirán que estaban a espacio abierto… Tiempos florecientes para la industria de la matraca, el vitoreo, y el aplauso… ¡Ahreee! (Dice la R.).
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