Kevin y Juana; migrantes libres tras varios años en penales de Tamaulipas y Coatza

Durante el fin de  semana Kevin Josué migrante originario de Honduras y Juanita Alonso de Guatemala, quedaron en libertad tras permanecen varios años recluidos en  penales de Reynosa, Tamaulipas  y Coatzacoalcos, Veracruz.

La tarde del viernes se dio a conocer que Kevin Josué Caballero Ramírez, originario de Honduras, logró obtener su libertad tras permanecer seis años y medios en prisión en Coatzacoalcos al sur de Veracruz en México.

Antes de ser puesto en libertad, Kevin recibió la visita de su madre durante la caravana número 16 del Movimiento Migrante Mesoamericano, que llegó a Coatzacoalcos, el cuatro y cinco de mayo.

La señora María Herlinda Ramos,  pidió a las autoridades mexicanas liberar a su hijo pues se le había ampliado su proceso legal ya que fue señalado por el presunto delito de robo a persona desconocida desde el 15 de octubre del 2015.

Fue la tarde del viernes 13 de mayo que el joven migrante proveniente de Honduras, logró salir del Cereso de Coatzacoalcos y contó con el apoyo de Miguel Reyes,  miembro del Movimiento Migrante Mesoamericano, en representación de la Presidenta, Talía Vázquez Alatorre.

Al salir del penal el Kevin Josué envió un mensaje mediante un pequeño video que aquí se describe.

“Al movimiento migrante mesoamericano y a la a la licenciada Talia y a muchas  personas que ayudaron para que yo pudiera obtener mi libertad  y en estos momentos yo ya estoy libre y le agradezco a ellos por todo lo que hicieron y todo el esfuerzo y todo el tiempo que lograron hacer para que yo esté libre, se los agradezco y que Diosito se los recompense, muchas gracias a todos , gracias Talia por todo te lo agradezco, yo y mi mamá te debemos mucho y al grupo mesoamericano igual  porque ellos han estado al pendiente de todo lo que ha sucedido conmigo ",finalizó.

Mientras que la tarde del sábado se dio la libertad de la migrante indígena Juana Alonso, originaria de Guatemala quien permaneció en el penal de Reynosa, Tamaulipas, acompañada por personal del cónsul de su país, firmó los documentos para su liberación.

Su detención ocurrió el  18 de abril del 2014, cuando se encontraba retenida en una casa de seguridad en  la frontera de Tamaulipas, esperando poder pasar hacia los Estados Unidos junto con otros centroamericanos.

La joven migrante indígena fue aprehendida y señalada por el delito de secuestro por las autoridades tamaulipecas, quienes aprovecharon que la centroamericana solo hablaba su idioma Chuj y la obligaron a firmar documentos con la que la inculparon.

Sin embargo, este par de migrantes lograron obtener su libertad luego de estar presos en cárceles mexicanas, por ello comenzaron el viaje acompañado de personal de Cónsul  de sus respectivos países y del Movimiento Migrante Mesoamericano, para poder reunirse con sus familias quienes ya los esperan tras largos años de ausencia.