Autismo sobre cuerdas, gimnasio del hábito | VIDEO

Las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) requieren de estimulación física a temprana edad, pues la mayoría presentan flacidez y problemas de coordinación, es así como surge ´Autismo sobre cuerdas´, el primer gimnasio para menores con esta condición.

"Tengo la idea yo de que el deporte siempre ha sido para todos, siempre lo he adaptado o hecho que el deporte sea desde un niño, desde un joven o un adulto, y con la misma idea de que nosotros implementemos el deporte para todas las personas también brindamos el espacio para los niños con Trastorno del Espectro Autista", señaló Armando Casanova Ramírez, fundador del gimnasio ´Autismo sobre cuerdas´.

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´Autismo sobre cuerdas´ surge en Minatitlán cuando Armando tuvo como alumna a una niña con TEA, por lo que al necesitar asesoría para darle una mejor atención, la terapeuta Mari Salinas Montes lo apoyó al complementar las sesiones de estimulación temprana a menores con trastornos del neurodesarrollo.

"Comenzamos los fines de semana por las tardes y fuimos trabajando de manera proactiva con los niños, quizá a lo mejor lento, por así decirlo, pero sí fuimos muy constantes y comenzamos a ver resultados en las funciones ejecutivas, que es el inicio y el término de la actividad en la regulación conductual y principalmente trabajando la autonomía de los niños" explicó Salinas Montes, directora y fundadora de ´Mi Escuelita Marte´, un centro terapéutico de estimulación temprana y terapias para niños con trastornos del neurodesarrollo.

En total, el maestro Armando Casanova atiende a 40 menores con autismo, varios de ellos cuentan con profesores de apoyo en los ejercicios encaminados a reducir la hipotonía (flacidez muscular) y la ataxia (descoordinación entre movimiento, marcha, equilibrio y el habla), que presentan los infantes.

"No todos (los autistas tienen hipotonía y ataxia), pero sí, es parte de los síntomas en algunos por hipotonía, por cuestiones atáxicas, también por coordinaciones oculomanuales, si realmente no tenemos una atención sostenida, pues puede pasar que tengan problemas oculomanuales y no puedan coordinar parte de sus movimientos", explicó Mari Salinas.

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NIVELES DEL AUTISMO

De acuerdo a la organización Autism Speaks, fue en 2013 cuando la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA, American Psychiatric Association) publicó la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), el manual utilizado para diagnosticar los trastornos mentales, incluido el autismo, que lo clasificó en tres niveles de severidad.

Dichas clasificaciones son: TEA nivel 1 (requiere apoyo), TEA nivel 2 (requiere apoyo sustancial) y nivel 3 (requiere apoyo muy sustancial).

"El nivel se determina para ver qué nivel de apoyo requiere el niño: Si requiere un apoyo verbal, un apoyo gestual o un apoyo físico, definitivamente el niño que llega aquí, pues no conoce como tal la rutina del trabajo, entonces, tenemos que hacer una introducción a la rutina del trabajo", señaló la directora y fundadora de ´Mi Escuelita Marte´. 

En el TEA 1, la comunicación presenta dificultad para iniciar interacciones sociales, es decir, es complejo comenzar conversaciones y tienen problemas para cambiar de actividades sin previo aviso. 

Respecto al TEA 2 hay deficiencias marcadas en la comunicación verbal y no verbal, además que tienen dificultad para afrontar cambios.

Con el TEA 3 hay deficiencias graves en la comunicación social verbal y no verbal, por lo que tienen un inicio limitado en las interacciones con las personas, presentan angustia o dificultad para concentrarse en otras cosas o cambiar de acción, además de que les cuesta afrontar los cambios.

AVANCES

Con menores autistas es necesario adecuarlos al espacio y las instrucciones, pues de su correcta explicación dependerá su progresión en los ejercicios y en revertir la hipotonía y ataxia, así como la repetición en casa que hagan con los padres.

"Lo primero que hacemos es el seguimiento, instrucciones de forma verbal y física, damos un apoyo físico para que el niño pueda realizarlos, en su mayoría, principalmente por el cuidado, es que hacemos que las maestras de apoyo estén coordinando a los niños... los resultados como en todo trabajo, terapéutico y en todo entrenamiento físico, hasta para cualquier otro niño regular, por así decirlo, puede variar entre los dos y los tres meses", añadió la terapeuta.

El maestro Casanova Ramírez externó que en un inicio los padres de familia son escépticos a que sus hijos puedan realizar ejercicios, incluso cargar peso, debido a que piensan que el autismo les limita para actividades físicas, pero con asesoría y paciencia todo es posible.

"A lo mejor el papá y ya aceptó que su hijo tenga autismo, pero también aceptó que no puede desenvolverse deportivamente, entonces como nosotros trabajamos mucho la progresión física de los niños, vamos de menos a más; el trabajo de fuerza a ellos les beneficia muchísimo, ¿Por qué? Porque la mayoría de los niños tiene un área muscular muy blanda, una vez que tienen fuerza un beneficio que nos va a traer es trabajar la fuerza, que el niño tenga una mejor reacción, que pueda soportar su cuerpo en alguna caída y que tenga mejor equilibrio: Mejor coordinación motriz", citó el entrenador.

Armando Casanova recomendó a los padres de familia que en lugar de tener aislados a los menores y ocuparlos con dispositivos electrónicos como teléfonos celulares o tabletas, los introduzcan a actividades físicas que mejorarán su coordinación y desenvolvimiento.

"En los avances más que nada es progresivo, como les digo a los papás mucha disciplina y la disciplina la inculcan ellos, la disciplina y la constancia es del papá para que el niño comprenda que tienen que hacer actividad física y posteriormente estamos viendo entre dos o tres meses muy buenos resultados; hay niños que captan muy rápido y en las primeras, pero desde el primer mes ya están desarrollando actividades", comentó el profesor.

Por último, la fundadora de ´Mi Escuelita Marte´ indicó que estas actividades aunadas a otras terapias, pueden revertir el nivel de autismo, por lo que los hábitos son necesarios para ver progresión en los menores.

"En el Trastorno de Espectro Autista, en su mayoría son muy ordinarios, hay que crear un hábito", puntualizó.