El envejecimiento cerebral: ¿Se puede evitar o retrasar? ¿O mejor aceptar?

El ser humano envejece de manera lenta en comparación con otras especias y aun así, siempre estamos pendientes de cómo evitar el envejecimiento, lucir más jóvenes, tener más fuerza, no “pasar a estafeta” a los más jóvenes y aceptar que ya no somos lo que éramos antes, sin duda cuesta trabajo.

Existe cualquier cantidad de productos “innovadores y revolucionarios” como cremas, suplementos alimenticios, máquinas para hacer ejercicio, dietas, meditaciones, paquetes vacacionales… que nos prometen conservar nuestra juventud intacta ante el paso de los años y aun cuando sabemos que esto es imposible, no por ello dejamos de adquirirlos. Nos gusta nuestra juventud y no la queremos perder.

Te podría interesar

---

Esta es la cantidad de huevo que debes comer para aumentar la masa muscular

No obstante esta orientación, no hemos puesto tanta atención al órgano que en realidad determina nuestro estado de salud en el largo plazo; el cerebro.

Y es que el cerebro es quien controla todas las funciones de nuestro cuerpo. Aun cuando representa el 2% del peso corporal, su consumo energético es del 20% de toda la energía que se produce. Es el principal consumidor de oxígeno y glucosa y al mismo tiempo, el principal productor de radicales libres, responsables directos del envejecimiento.

El envejecimiento cerebral se manifiesta a través de la muerte de neuronas y la consecuente pérdida de conexiones en las redes neuronales donde estas neuronas muertas intervenían.

Con ello, nuestro cerebro incluso va disminuyendo su tamaño, agilidad en las respuestas, pérdida de memoria, falta de atención o concentración, nuestros reflejos se entorpecen, etc.  Sin embargo, si continuamos practicándolas, nuestras capacidades cognitivas jamás se pierden. Estas son las capacidades relacionadas a cualquier expresión artística, la capacidad de análisis, síntesis, la creación de estrategias, planeación, entre otras.

Si eres una persona a quien siempre le ha gustado escribir, por ejemplo, y eso te hace sentir bien, no dejes de hacerlo. Todas las funciones cerebrales que intervienen en el proceso de la escritura, que por cierto son muchas, van a permanecer “jóvenes” mientras sigas practicándolo. Así mismo tus capacidades de observación, análisis, etc.  Lo que utilices, lo conservaras y reforzaras las conexiones neuronales que creaste cuanto todo esto era nuevo para ti.

Hay alimentos que contribuyen a la buena memoria (hígado, yema de huevo) otros que refuerzan las conexiones entre neuronas (omega 3 y 6) y muchas opciones como caminatas ligeras para mantener la actividad física, pero, una de las actividades que más contribuyen a retrasar el envejecimiento, sin duda, es la actividad social. No dejemos a los viejos amigos a un lado, y tampoco a las oportunidades de crear nuevos. La sociabilización contribuye a no perder las facultades cognitivas, mejorar la memoria, tener un mejor balance de neurotransmisores, mejor estado de ánimo y una mejor mentalidad y actitud ante los retos y la incertidumbre de la vida.

Por último, pero no menos importante, el aprender o hacer cosas nuevas, al menos una vez al mes, contribuye a la creación de nuevas conexiones cerebrales, lo que “ejercita” a nuestro cerebro permitiendo el desarrollo de la neuroplasticidad, la característica que lo hace adaptable y le permite crecer y no disminuir su tamaño con el tiempo. También contribuye a mejorar el estado de ánimo, y nos ayuda a producir neurotransmisores que son benéficos en la construcción de una mentalidad funcional, prometedora y sobre todo, que nos permita ver al envejecimiento como una época de logros, de paz y de cosecha en esta vida.

Por cierto… el cerebro inicia el proceso de envejecimiento a los 25 años de edad, por lo que te conviene iniciar con estos hábitos lo antes posible.

Sígueme:

Facebook: Yolanda Kuri

YouTube: Yolanda Kuri Coach

Instagram: yolanda.kuri.neurociencias

Web: www.yolandakuricoach.com